En mi otra vida, en la que sueño,
alcancé a ver tu sonrisa con simples ganas de mí.
Y en eso ando,
como barca mecida por las olas del mar que la atrapa,
entre sábanas, luces tempranas y sonidos mañaneros,
de los que salgo y entro buscando que tu boca me sonría de nuevo.
A.